Expongo a continuación fragmentos de la comunicación
“La formación analítica como contraexperiencia”, de Ana Castaño, leída en las
III Conversaciones Siso-Villacián el 6 de Junio de 2006.
Se puede encontrar la comunicación completa
en el Boletín da Asociación Galega de Saúde Mental SISO nº 43.
La
formación analítica y el encuentro con el psicoanálisis es lo que Ana Castaño
nombra “como la contra-experiencia, ya que supone introducir la lógica del no
todo desde un lugar éxtimo que descompleta al conjunto, en este caso al conjunto
del saber científico.”
“El
psicoanálisis es una manera de pensar al sujeto y su constitución: Se adviene a
un mundo simbólico en el que el lenguaje tiene una impronta sobre la necesidad,
modificando la demanda. No hay un objeto que se adecue como sucede en el reino
animal en donde ante la señal de hambre, se come y el instinto se satisface. En
el ser parlante entre demanda y necesidad se articula el deseo, motor de vida, que
no se colma, no se satisface, ya que se inaugura en una falta estructural,
falta en ser.
No todo se
puede nombrar con el significante, siempre hay un resto, un imposible de decir,
un real. […]
Aparecerá el síntoma como un modo de
expresión del sujeto […]. Es precisamente porque apunta al sujeto que uno, en
psicoanálisis, no se deshace rápidamente del síntoma como sucede con el resto
de prácticas Psi, cuya promesa es ajustarse al ideal en el menor tiempo posible,
lo que no es garantía para que el síntoma se elimine sino más bien que se
desplace como constatamos en la práctica clínica. […] Hay una particularidad de cada caso siendo fundamental el trabajo
del uno por uno.
Se trata de
ir hacia la causalidad psíquica frente a la organicidad […]. Nada se da por
sabido, nada se comprende sino por sus efectos, retroactivamente.”